En Health Transportation Group (HTG) tenemos en cuenta los riesgos psicosociales de las personas trabajadoras. Además, sabemos que es difícil identificar y diagnosticar el impacto de la labor diaria de nuestros profesionales. Para dar soporte profesional a nuestro equipo cuando lo requiere, disponemos del Gabinete de Apoyo Psicológico (GAP) desde hace varios años.
Ana Isabel Neira, ubicada en Valladolid, atiende las necesidades de los profesionales de todo el grupo desde el GAP. En este gabinete se pretende “proporcionar un espacio para reconocer, afrontar y canalizar las reacciones emocionales y, así, prevenir posibles secuelas psicopatológicas que son probables tras acontecimientos críticos o por acumulación de situaciones más leves”.
En el último año, desde que estalló la pandemia en nuestro país, el GAP ha lanzado recomendaciones para hacer frente a la situación de una manera eficaz. De todas formas, como ha sucedido en todo el sector sanitario, hemos visto que los requerimientos de soporte profesional han aumentado. En este sentido, Ana Isabel Neira explica que “la pandemia ha generado una situación de incertidumbre y miedo, así como una pérdida de la percepción de control que ha aumentado el nivel de estrés. […] Ante esta situación coyuntural, HTG ha reforzado la labor del GAP”.
¿Cuáles son las tareas y el objetivo del GAP?
Nuestra misión es proporcionar apoyo psicológico al equipo de HTG que lo desee. La pretensión del GAP es proporcionar un espacio en el que las personas reconozcan, afronten y canalicen las reacciones emocionales y, así, prevenir posibles secuelas psicológicas que son probables tras acontecimientos críticos o por acumulación de situaciones más leves.
¿Cuáles son las líneas de acción para lograr vuestros objetivos?
Disponemos de distintas líneas de acción. Entre las más destacadas se encuentra la formación que permite a los trabajadores afrontar satisfactoriamente las demandas de su trabajo diario. Por otro lado, se encuentran la orientación; el desarrollo de nuevos recursos; y el apoyo individual mediante terapia psicológica en situaciones relacionadas con el ejercicio profesional.
«HTG lleva años prestando soporte psicológico al personal de la compañía con un gabinete de expertos»
¿Quién puede pedir soporte psicológico al GAP?
Todo el personal del grupo tiene a su disposición el GAP mediante los procedimientos establecidos. Así, en la mayoría de ocasiones realiza la petición el mismo personal. Otras veces, la demanda de intervención se produce a través del responsable técnico cuando se considera que el soporte puede ser de ayuda a las personas. Pese a todo, el/la profesional debe dar su conformidad y autorizar que se faciliten sus datos de contacto al GAP.
¿Qué ha cambiado la pandemia en la salud psicológica de nuestros/as profesionales?
La pandemia ha generado una situación de incertidumbre y miedo, así como de pérdida de la percepción de control que ha aumentado el nivel de estrés. Como consecuencia, se han podido generar sintomatologías de ansiedad, incluso en personas que anteriormente no habían tenido problemática psicológica alguna. En otros casos, en personas vulnerables o con perfiles de personalidad específicos, ha ocasionado un aumento de sintomatología o una exacerbación del problema inicial. Ante esta situación coyuntural, HTG ha reforzado la labor del GAP.
¿Cómo ha sido la evolución en este tiempo?
En los primeros momentos de la pandemia, allá por los meses de marzo y abril, hubo un aumento de casos relacionados con el miedo a contagiarse y a contagiar a sus familiares. El origen de este miedo estuvo relacionado en gran medida por el desconocimiento y la incertidumbre que generaba la propagación del virus. Durante el verano, coincidiendo con la bajada en la incidencia, hubo un descenso en la solicitud de intervención. Desde el mes de noviembre ha habido nuevamente un incremento en la demanda de soporte.
¿Crees que han aumentado las situaciones de estrés?
Las situaciones de estrés se han incrementado notablemente para toda la población, como indican todos los datos, por lo que es lógico que haya habido mayor demanda de intervención psicológica en los/as profesionales que están en primera línea, entrando en los domicilios y trasladando a personas infectadas y a posibles contagiados. Yo creo que tenemos un personal bien preparado, buenos profesionales y con buenas estrategias de afrontamiento, que han “luchado” contra el virus y han sabido sobreponerse y continuar trabajando.
¿A qué tipos de estrés estamos haciendo frente en este contexto?
Hay un tipo de estrés, que denominamos eustrés, que resulta positivo porque nos permite mantener nuestros recursos, como la atención, muy activos. Si esta situación de atención y alerta se produce de forma continuada, sin reposo, ya es cuando resulta perjudicial y hablamos de distrés (lo que coloquialmente se conoce como estrés). Esto es importante porque el eustrés, esa atención o alerta, ha permitido que los/as profesionales de la sanidad estuvieran muy atentos, por ejemplo para colocarse y quitarse los EPIs, y eso ha evitado contagios.
¿Cómo ha afectado psicológicamente la pandemia y el riesgo de contagio a los técnicos de HTG?
En una primera etapa, nuestros/as colaboradores/as han vivido el miedo, la incertidumbre y la falta de percepción de control, como el resto de la ciudadanía, en la “primera línea de batalla”. Mientras buena parte de la población nos quedábamos en casa protegidos, ellos no solo han seguido trabajando, sino que sus intervenciones se han multiplicado. No solo fue actuar y trasladar en los casos de sospecha de coronavirus, sino que, en cualquier intervención, en cualquier domicilio al que acudían, podía estar el virus. Esta incertidumbre, que conlleva la percepción de pérdida de control, puede resultar devastador si no se dispone de adecuadas estrategias de gestión emocional, que permitan la contención durante la intervención y la desactivación posterior.
¿Ha habido algún momento en que la situación ha cambiado y, por decirlo de alguna manera, ha vuelto la normalidad a nuestros/as profesionales?
Esta respuesta debería proporcionarla nuestro personal. Aún así, mi opinión como psicóloga es que debemos partir de la idea de que estamos ante un colectivo sin patologías graves de salud mental y que en su quehacer diario se enfrenta a situaciones difíciles y duras. A la mayoría de las personas de la organización, el trabajo del día a día les va proporcionando herramientas para afrontar situaciones de alto impacto emocional. En mi experiencia, en los casos en los que se interviene desde el GAP, se produce una mejoría y, en la mayoría de los casos, las técnicas y estrategias aprendidas contribuyen a mejorar y a “proteger” psicológicamente al trabajador para enfrentar situaciones futuras.
Además de estas actuaciones encaminadas al bienestar de los trabajadores, ¿en qué otros ámbitos interviene el GAP?
El GAP trabaja también en la prevención primaria, preparando y facilitando formación sobre contenidos psicológicos, como la gestión de estrés o el cuidado emocional de los trabajadores. La intención es fomentar conductas de vida saludable y ofrecer los conocimientos y las destrezas necesarias, desde el punto de vista psicológico, para afrontar el trabajo diario de los TES.