- Guardar artículos pirotécnicos en los bolsillos, pues pueden explotar con el calor cercano.
- Exponer la cara o algún miembro del cuerpo sobre o delante de cualquier artificio de pirotecnia.
- Disparar los cohetes voladores cogidos de la mano, con la varilla rota o en lugares con evidente peligro de incendio.
- Lanzar fuegos artificiales en lugares próximos a líquidos inflamables u otros materiales que desprendan vapores que exploten con facilidad.
Para una mayor seguridad, la fundación deHTG, grupo de transporte sanitario líder en España, recomienda:
- Encender las mechas de petardos y cohetes por su extremo, para disponer de tiempo para retirarse del artículo prendido
- Fijar en algún agujero o en un tiesto con tierra o arena las candelas romanas que no estén provistas de mango especial.
- Utilizar soportes especiales o lanzadores para los cohetes voladores.
- No tocar hasta pasados 30 minutos un artículo que ha fallado al prenderlo. Conviene inutilizarlo, dejándolo toda la noche en remojo.
- Cerrar puertas y ventanas cuando se estén lanzando cohetes y petardos en la calle para evitar incendios.
Un consejo final: Sé responsable y cuando estés manipulando petardos ten cuidado de cómo y dónde lo haces. Antes, analiza los daños directos que pueden infligir los restos durante las explosiones, así como las molestias y situaciones de estrés que puedes generar a otras personas, así como a animales y mascotas, a los que puedes provocar ataques de pánico.