¿Qué debemos hacer ante un repentino incremento de las temperaturas, eso que llamamos calor asfixiante?
Desde la Fundación Ambuibérica os sugerimos que sigáis las indicaciones que cada año nos transmite el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social para que disfrutemos de un verano con salud, sin sobresaltos ni sorpresas desagradables.
Con carácter general, las autoridades sanitarias nos aconsejan beber abundantes líquidos aunque no tengamos sed, evitar las bebidas alcohólicas y no abusar de líquidos con cafeína o mucho azúcar o reducir las actividades físicas intensas al aire libre durante las horas más calurosas.
Además, de cara a la exposición al sol, nos recuerdan que busquemos la sombra, nos cubramos la cabeza, usemos ropa ligera y de color claro y un calzado fresco. También que cuidemos la piel con protectores solares adecuados y usemos gafas de sol, evitando en la medida de lo posible la exposición al sol entre las doce del mediodía y las cuatro de la tarde.
No olvidemos tampoco que hay que estar especialmente atentos con aquellos grupos poblacionales más vulnerables a la acción del sol y a las altas temperaturas: niños, mayores y enfermos crónicos. Los niños necesitan beber mucho líquido, no exponerse directamente al sol y ser vigilados en zonas de baño. Las personas mayores son especialmente sensibles al calor y precisan mayor seguimiento. Los enfermos crónicos deben protegerse del calor y seguir con su medicación habitual.
Y en caso de complicación o urgencia, no dejéis de llamar al teléfono de emergencias, al 112.
Transcribimos el decálogo «Disfruta este verano con salud«, del Ministerio de Sanidad, con recomendaciones generales:
- Beba agua y líquidos con frecuencia, aunque no sienta sed y con independencia de la actividad física que realice.
- No abuse de las bebidas con cafeína, alcohol o grandes cantidades de azúcar, ya que pueden hacer perder más líquido corporal.
- Aunque cualquier persona puede sufrir un problema relacionado con el calor, preste especial atención a bebés y niños pequeños, mayores y personas con enfermedades que puedan agravarse con el calor y la deshidratación, como las patologías cardiacas.
- Permanezca el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refrésquese cada vez que lo necesite.
- Procure reducir la actividad física y evitar realizar deportes al aire libre en las horas más calurosas (de 12.00 a 17.00).
- Use ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
- Nunca deje ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado (especialmente a niños, ancianos o enfermos crónicos).
- Consulte a su médico ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas.
- Mantenga sus medicinas en un lugar fresco; el calor puede alterar su composición y sus efectos.
- Haga comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, zumos, etc.)